¿Cómo se encuentran ? Bueno para comenzar les quiero dar las
gracias por aceptar leer mi carta. Estoy sumamente contento
porque han sacado del tiempo que yo les doy de vida para venir a aprender de
mis enseñanzas para que sean como Yo. En
esta carta quiero contarles sobre Marta y María. Ellas eran para mí mis mejores
amigas ya que siempre disponían de ayudarme y de darme alojamiento en su casa.
En este momento te quiero hacer una
pregunta ¿Cuánto me has permitido alojarme en tu casa? Sé que no es fácil contestar la
pregunta pero te diré. Yo he entregado mi vida para que tu no sufras lo que yo
sufrí, entregue mi vida para que tu pudieras vivir y por este motivo quiero que
sepas que aunque Marta era mi amiga en la cual amo mucho como a Lázaro y a
María puedo decir que los ajetreos de la vida en este mundo no le daba la
oportunidad de escuchar mis palabra pero en cambio María siendo joven no perdió
la oportunidad y se sentó junto a mis pies para enseñarle sobre la vida. Sabes que es la vida un regalo
que mi Padre y Yo te regalamos para que comprendas y entiendas que otras
personas necesitan que yo entre para que puedan ver la salvación. Aunque no
comprenda pero Yo como Padre Celestial veo que mi creación es destruida por
tantas cosas como la contaminación, las muertes, las injusticias, los
pensamientos de maldad y cada día me pongo delante de mi Padre para abogar por
ustedes ya que estoy a punto de venir por segunda vez y no hay tiempo. Por este
medio Yo comprendo que no es fácil pero
se puede hacer. Ahora me tienen a mí todo el día como el Espíritu Santo donde
decidí vivir en su corazón para que las personas puedan ver mis grandezas y mi
gran amor. Hoy quiero que aceptes la invitación y me permitas vivir en todo los
rincones de tu corazón y me permitas
cambiar por completo tu vida sin restricciones humanas. Quiero que veas mi
Gloria no como el mundo la ve sino como Yo Jesús el Gran Yo Soy la veo. Dame
esa oportunidad para que cuando adores no me adores por un compromiso con tu
pastor sino que me adores por el amor que derrame por ti en aquella cruz. El
adorarme no es cuando danzas, cantas o alza tus manos es cuando Yo me reflejo
en tu vida a los demás a través del testimonio
que tú le das de mi a tu familia, amigos y hermanos. Que dices me dejas
cambiar tu vida realmente.
Jesús
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