
El
conocer a Dios de oídas es diferente a
verlo, Dios quiere que veamos sus grandezas y que podamos respirar de su gloria
genuina y que podamos entender la autoridad que el Espíritu Santo tiene a
través de nosotros. 2Timoteo 4:1
-5 En la presencia de Dios y de Cristo Jesús, que ha de juzgar a los vivos y a
los muertos, por Su manifestación y por Su reino te encargo solemnemente: Predica la palabra. Insiste a tiempo y fuera de tiempo. Amonesta, reprende, exhorta
con mucha (toda) paciencia e instrucción. Porque vendrá tiempo cuando no soportarán la
sana doctrina, sino que teniendo comezón de oídos, conforme a sus propios
deseos, acumularán para sí maestros, Pero tú, sé sobrio en todas las cosas, sufre
penalidades, haz el trabajo de un evangelista, cumple tu ministerio.
Efesio 6:18 “Con toda oración y súplica oren en todo tiempo en el
Espíritu, y así, velen con toda perseverancia y súplica por todos los
santos”.
-Josué E. Geigel Torres
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