miércoles, 22 de febrero de 2012

La Mujer del Flujo de Sangre



En Marcos 5:21-43, podemos ver la historia de una mujer que se abrió paso entre la multitud, porque ella creía que si tan solo tocaba el borde del manto de Jesús, sería sana, dice la Biblia, que esta mujer había gastado todo su dinero en médicos, estos hacen todo lo que pueden, pero esta mujer no había obtenido respuesta. Cuando ella oyó hablar de Jesús, se abrió paso entre la multitud y tocó su manto, porque decía continuamente, “si tocare tan solo el borde de su manto seré sana”; el milagro esta en el decir, la Biblia nos dice que el poder de la vida y de la muerte está en la lengua, llegamos tan lejos como nuestras palabras nos lancen, si el poder de la vida está en la palabra pues hable palabras de vida; entre tu boca y tu corazón está el milagro.  Hay que creer y confesar la Palabra de Dios. Luego de esto, la fuente de su sangre se secó, y sintió en el cuerpo que estaba sana, ella creyó primero, luego lo confesó y después sintió. La gracia es hablar bien cuando se  sienta mal, las cosas hay que hablarlas como si ya fuesen, no tienes lo que quieres porque no lo has dicho. Cuando tú hablas hay ángeles trabajando a tu favor, trayendo tu bendición. Si no puedes tener hijos, háblale a tu vientre, Dios creó el cielo y la tierra con el poder de la palabra, entonces habla la palabra. Habla palabras de salud, de riquezas, de bendición porque
en tu boca hay un milagro.  La mujer decía y se acercaba cada vez más, y cuando tocó el manto de Jesús sintió el poder en su cuerpo. Jesús conociendo el poder que había salido de Él, volvió hacia la multitud diciendo ¿Quién ha tocado mis vestidos?, sus discípulos dijeron: ¡La multitud te aprieta!, ninguno de ellos creía, pero entre la  multitud solo la mujer recibió el milagro, porque lo tocó en fe. Solo reciben los que creen, los que confiesan, los que tienen una expectativa, los demás solo curiosearon  por eso no recibieron nada. Muchos lo tocaron, pero solo uno supo tocar. Jesús le dijo: Hija, tu fe te ha sanado, no solo es el poder, también es necesario creer. Y el Señor unge a sus siervos con dones de Sanidad para sanar enfermos, pero el problema es que tú creas, porque lo que sana es la fe. Jesús no va a nadie sin expectativa de fe, los que tienen fe van a Él.  Mientras Jesús aun hablaba vinieron de casa de Jairo diciendo: Tu hija ha muerto
¿Para qué molestas más al maestro? Pero Jesús dijo a Jairo: No temas. La sanidad es para valientes, y solo permitió que vinieran algunos, y a los que lloraban y lamentaban les dijo la niña no está muerta sino que duerme. La tristeza no sirve de nada. Jesús lo dijo porque cuando Él habla, las cosas pasan, pero estas personas se burlaban de él, pero él echando fuera a todos tomo al padre y a la madre de la niña, y tomando a la niña de la mano dijo Niña a ti te digo levántate. Y luego la niña se levantó y andaba, pues tenía 12 años, el mismo tiempo que tenía la mujer su enfermedad de flujo de sangre. Ante este milagro se espantaron muchos, los que no creyeron. Jesús es el mismo ayer, hoy y por los siglos, ve hacia tu milagro confesándolo cada día y verás la mano de Dios moverse a tu favor.
-Por: Pastor Miguel Arrázola


1 comentarios:

EN el nombre de JESÚS quisiera que muchos pudieran entender la voluntad de su sacrificio por toda la humanidad que puedan entender que nos AMO tanto que no escatimo nada para darse por completo por todos GRACIAS PADRE POR TU GRANDE AMOR por mi y por perdonarme de todos mis pecado te AMO JESUCRISTO GRACIAS

Publicar un comentario

Twitter Delicious Facebook Digg Stumbleupon Favorites More