“Así que vosotros, oh amados, sabiéndolo de antemano, guardaos, no sea que arrastrados por el error de los inicuos, caigáis de vuestra firmeza.” 2 Pedro 3:17 (RVR)
Existen errores que pueden convertirse en horrores. Estaba ojeando un interesante libro de Norma Pantojas, donde ella expone 30 errores del pensamiento de las mujeres que suelen repetirse en la mayoría de ellas. Errores que los hombres intentamos sostener y que deberíamos ayudar a erradicar, en lugar de alentarlos. Mientras lo leía y meditaba, me di cuenta que yo como hombre, tengo algunas de estas malas conductas.
Acá escribo quince, para que si sos hombre, las erradiques de tu conducta, y si sos mujer, las elimines de tu pensamiento.
• Creer que tener relaciones sexuales antes del matrimonio evita que el hombre te abandone.
• Creer que todas las promesas que te hace un hombre son fieles y verdaderas.
• Creer que después de terminar una relación con un hombre, él regresará a tener sexo contigo porque te ama.
• Creer que cuando el hombre se enoja y decide abandonar el hogar, lo mejor es suplicarle, llorarle y pedirle que se quede y que no se vaya.
• Creer que convivir es mejor que casarse.
• Creer que todos los horrores que percibes en el hombre van a cambiar por medio de la magia del amor, cuando se casen.
• Creer que casarse en la etapa de enamoramiento es una buena decisión.
• Creer que ser confidente de un hombre casado, que tiene problemas en su matrimonio, es una buena obra de caridad.
• Creer que enamorarse de un hombre casado no se puede evitar porque en el corazón nadie manda.
• Creer que es difícil encontrar un buen hombre; por lo tanto, debes conformarte con un hombre que no sea “tan” malo.
• Creer que eres víctima de las circunstancias y que no hay nada que se pueda hacer para cambiar el rumbo de tu vida.
• Creer que conseguir un hombre es el pasaporte a la felicidad.
• Creer que todos los hombres son iguales.
• Creer que el hombre te maltrata porque tú te lo buscas o lo provocas.
• Creer que hay que permanecer en una relación de maltrato porque los hijos necesitan un papá, por el bienestar económico u otras razones.
REFLEXIÓN – Evitá el error. No cometas un horror.
Un gran abrazo y bendiciones
Dany
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