miércoles, 8 de febrero de 2012

“Dios está en busca de verdaderos adoradores” (Partes 2 y 3)


II.          Amados, ¿qué dirección o derrotero toma el culto bíblico? ¿La adoración de los “verdaderos adoradores” ? Su dirección fundamental es vertical , hacia arriba, hacia el cielo, hacia Dios, y no horizontal hacia los miembros de la iglesia, ni hacia adentro , hacia el corazón o el alma del adorador.
A.   Vertical. Las alabanzas del verdadero adorador salen de su espíritu y van directamente hacia arriba, ascendiendo verticalmente hacia Dios .
2.   ¿A quién damos loor? ¿A quién rendimos reverencia y culto? ¿A quién exaltamos, ensalzamos y magnificamos? Al Dios Todopoderoso y al Hijo sentado a su diestra. “Santo, santo, santo es el Señor Dios Todopoderoso, el que era, el que es, y el que ha de venir. Señor, digno eres de recibir la gloria y la honra y el poder; porque tú creaste todas las cosas, y por tu voluntad existen y fueron creadas” ( Apocalipsis 4:8 ,11).
3.   Ya que nuestra adoración va dirigida verticalmente a Dios en el alto cielo, la interrogante relevante y lógica es la siguiente: ¿qué tipo de alabanza o qué acciones de reverencia agradan a Dios? Él es el ensalzado, el alabado, el reverenciado. ¿Cómo quiere ser adorado? A él le corresponde decir cómo, y no al hombre especular o inventar.
a)    Cristo nos ha explicado cómo el Padre quiere que le adoremos: “en espíritu y en verdad” , porque él es Espíritu y él es la Verdad.
b)   Además, le complace el “culto racional” ( Romanos 12:1 ) porque él es un Ser sumamente racional, un Ser de orden y de paz, y no de desorden, confusión, gritería o caos.
4.   Ya que Dios es el adorado, su evaluación de nuestra adoración es la que cuenta. Sin embargo, hay la tendencia fuerte entre los adoradores aquí en la tierra de hacer su propia evaluación, casi siempre subjetiva dicho sea de paso.
a)   “¡Qué lindo culto el de esta mañana! Cuán preciosos los cánticos, ¿verdad?, hermanos. ¡ Oh , sí! ¡Tremendo culto!” Para nosotros, sí, pero ¿qué evaluación hace Dios allá en el cielo?
b)   Estas exclamaciones y evaluaciones suelen hacerse en toda clase de iglesia y la reacción es casi siempre la misma. Los pastores de las iglesias denominacionales acostumbran valerse de tales exclamaciones y preguntas retóricas para emocionar a sus feligreses. Y sus seguidores responden: “¡Aleluya! ¡Gloria a Dios! ¡Bendecido el nombre de Jehová! ¡Tremendo culto! ¡Cómo se manifestó el Espíritu Santo!” Su evaluación es humana, subjetiva, parcial. De modo alguno significa su evaluación que hayan adorado “en espíritu y en verdad” , y que Dios mismo se haya agradado de sus alabanzas.
c)   Sin duda, nosotros los adoradores debemos evaluar nuestro culto. El ángel ordena al apóstol Juan: “Levántate, y mide el templo, y el altar, y a los que adoran en él” ( Apocalipsis 11:1 ), es decir, medir la iglesia, el culto y los adoradores. ¿Con qué “vara” ? Amados, ¡con la de la sana doctrina del Nuevo Testamento y no con la de nuestros sentimientos o emociones humanos!
d)   Al tener la seguridad de estar adorando bíblicamente, al adorar con sinceridad, convicción y entusiasmo, tenemos por qué sentirnos emocionados, satisfechos y animados, pues todas las evidencias indican que estamos haciendo lo que agrada a nuestro gran Dios y Salvador, honrándole y glorificándole de la manera que él ha establecido.
5.   Respetado adorador, cuando usted ora, canta himnos de alabanza y participa de la Cena del Señor, ¿hacia dónde, hacia quién, van dirigidos sus pensamientos, meditaciones y palabras ? ¿Hacia arriba, verticalmente, hacia Dios? Esperamos que sí, pues, de otro modo, se quedan aquí en la tierra y usted se halla adorando en vano.
6.   Querido hermano, querida hermana, el adorador distraído, aburrido, medio dormido que no presta atención a las oraciones, que no dice el Amén, que habla durante las oraciones, que no canta, que canta pronunciando las palabras pero sin tener presente su mensaje, que come el pan sin levadura y toma la copa pero no discierne el cuerpo o la sangre de Cristo, la adoración del tal es –ya saben lo que voy a decir; hay que decirlo claramente- la adoración del tal es vacía e inútil. La irreverencia anula la validez del culto espiritual .
7.   La dirección del culto bíblico es vertical, hacia Dios. Tengámoslo presente siempre para que siempre seamos “verdaderos adoradores”.
B.   La dirección del culto bíblico no es horizontal , es decir, hacia los miembros de la iglesia, o hacia los inconversos , sino vertical , hacia Dios.
1.   No adoramos o ensalzamos a los hombres sino a Dios.
2.   La dirección de este mensaje es horizontal , desde este púlpito hacia ustedes, mis amados oyentes. No es vertical, pues no pretendo instruir a Dios. Más bien, es horizontal para nuestra mutua edificación . Asimismo, la dirección de las clases bíblicas, como también de los cánticos espirituales compuestos para edificar y animar, es horizontal. En cambio, la dirección de las alabanzas es vertical .
3.   ¿Por qué el énfasis sobre la dirección del culto bíblico , que si bien vertical o horizontal? Sencillamente, porque las evidencias enseñan que muchos adoradores se confunden referente a la dirección que deben tomar sus alabanzas.
a)   Al parecer, hay adoradores que se concentran más en el hombre que en Dios, que dirigen sus alabanzas más hacia el hombre que hacia Dios. Se llega a esta conclusión porque sus cultos son patentemente carnales, materialistas, mundanos, de la tierra, de los hombres, concebidos y efectuados para...
-impresionar al hombre,
-impactar al hombre,
-ser vistos y admirados por los hombres,
-entretener a los hombres,
-avivar a los hombres.
(1)   La dirección principal de su culto es horizontal , o sea, hacia los hombres.
(2)   Ya que están pensando más en los hombres que en Dios, no es de extrañarse que introduzcan en sus cultos objetos y acciones que agradan y atraen al hombre .
(a)   De cierto, no pocos adaptan casi todo lo que ofrece la farándula mundana , incorporando en sus cultos todo tipo de instrumento y de música carnal, el estilo de los artistas de renombre y los mecanismos de promoción utilizados en los grandes espectáculos mundanos, incluso luces sicodélicas.
(b)   Lo que hacen en tales cultos no tiene ningún apoyo bíblico. No es un culto “en verdad”; ciertamente, no es un culto “en espíritu” sino más bien en la carne.
-Amados, Dios no pide que le entretengamos con espectáculos religiosos.
-Dios no pide que le avivemos, pues no está muerto.
-No pide que intentemos hacerle saltar, gritar o reírse locamente.
-No pide que le emocionemos hasta perder los cabales.
-Los hombres mal orientados piden tales cosas.
-Lo que pide Dios es que le adoremos “en espíritu y en verdad” mediante el “culto racional” .
b)   He aquí un gran peligro para nosotros los líderes y los miembros de la Iglesia de Cristo : que en nuestros cultos dejemos de mirar hacia arriba, de dirigir nuestras alabanzas a Dios; que cambiemos la dirección de nuestras alabanzas de vertical a horizontal . De hacerlo, sin duda empezaríamos a imitar a nuestros vecinos religiosos. Efectuado tal cambio, ya no seríamos “verdaderos adoradores”.
(1)   Lamentablemente, en nuestra hermandad hay adoradores, tanto líderes como seguidores, que ya se fijan más en el hombre que en Dios.
(2)   En el pueblo de Dios del tiempo presente observamos la misma peligrosa y persistente tendencia que afligía al pueblo de Israel, a saber, la de ir prontamente en pos de dioses falsos. En nuestro caso, se trata de los dioses falsos del avivamiento humano, carnal y emocional .
(3)   Dios libre a los líderes y a los miembros de esta congregación de semejante pecado.
C.   La dirección del culto bíblico no es hacia adentro , es decir, hacia mi propio corazón o alma, hacia mi propio ser, sino hacia arriba, hacia Dios.
1.   Al adorar al Padre, no lo hago para complacerme a mí mismo sino para complacer a él. Al complacer a él, teniendo el testimonio de su palabra de adorar “en espíritu y en verdad”, rindiendo “culto racional”, me siento satisfecho y contento. Estas emociones positivas fluyen a través de mi corazón y espíritu por haber hecho lo correcto, lo bíblico, y con el propósito bíblico de ensalzar al Creador de acuerdo con sus instrucciones. No fluyen porque haya adorado a mi manera con miras a hacerme a mi mismo sentirme bien, alegre, aliviado, liviano, emocionado, extasiado, eufórico.
2.   Adoro para ensalzar al Creador del universo, con el propósito de darle el reconocimiento que merece por sus grandiosas obras, y no meramente para llenar algún vacío personal , no para engrandecer mi propio ego, no para tratar de avivar mi fe. Paradójicamente, al olvidarme a mi mismo, al entregarme mental, emocional y espiritual en culto bíblico, se achican o se llenan las lagunas de mi espíritu, pues al rendirle loor al Creador conforme a su voluntad, fluyen de él hacia mí la gracia y la paz divina, las cuales fortalecen mi fe, mi espíritu, mi ego.
3.   Al adorar, en ocasiones mi propia carne me distrae (calor, frío, hambre, cansancio, sueño, dolor). Al unirme a mis hermanos de la iglesia en adoración colectiva, ellos mismos tienden a distraerme (movimientos, susurros, miradas, niños que lloran, padres que regañan a sus hijos, líderes que se levantan y andan de aquí para allá, discutiendo entre sí asuntos de la iglesia o afinando la secuencia de los ministerios). Aguardo con paciencia el día cuando me llame el Señor a unirme a los seres celestiales en gloriosas alabanzas donde lo carnal o lo material no restará nada del culto al único Dios verdadero, pues habrán dejado de existir. Entonces, estaré vestido de mi nuevo cuerpo espiritual, poderoso y glorioso, en el cual podré adorar sin distracciones físicas al Dios que es Espíritu, al que merece gloria y honra por las edades, pues él es quien lo ha creado todo, incluso él es el Padre de mi espíritu, amándome y rescatándome para su Reino eterno.
III.         Invitación. Amigo, amiga, le invitamos a convertirse al Señor para que también tome usted su lugar entre la multitud de los “verdaderos adoradores” que adoran a Dios “en espíritu y en verdad”, pues el Creador tiene complacencia solo en los verdaderos. Tenga por cierto que si usted está buscando de Dios, él también está buscando a usted para redención y reconciliación, deseando que se transforme usted en verdadero adorador. Tal transformación excelente se inicia cuando la persona llena de convicción confiesa que Cristo es el Salvador, se arrepiente de todo pecado y se bautiza para perdón de los pecados ( Hechos 2:38-47 ). Le animamos a tomar estos pasos de inmediato.
Preparado por Homero Shappley de Álamo.

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