I.
Introducción.
A.
Salutación.
B.
Tema. Jesús dijo a la mujer samaritana: “Vosotros adoráis lo que no
sabéis; nosotros adoramos lo que sabemos; porque la salvación viene de los
judíos. Mas la hora viene, y ahora es, cuando los verdaderos adoradores
adorarán al Padre en espíritu y en verdad ; porque también el Padre
tales adoradores busca que le adoren . Dios es Espíritu; y los que le
adoren, en espíritu y en verdad es necesario que adoren” ( Juan 4:23-24 ).
a)
En toda época y entre todos los pueblos él está buscándolos.
b)
¿Qué hará con ellos al encontrarlos? Se sobrentiende que su propósito es llevarlos
al cielo donde se unirán a los seres celestiales en hermosas alabanzas
tributadas al Todopoderoso por toda la eternidad.
2.
¿Cuántos de los presentes nos identificamos como adoradores de Dios? ¿Cuántos
afirmamos, categóricamente, ante el mundo y los ángeles: “Yo Soy adorador
de Dios” ? Pues, ¡el Padre no tiene que buscar lejos para encontrar
adoradores!, ¿cierto? ¿Cuántos afirmamos con igual certeza: “Yo soy verdadero
adorador de Dios” ?
a)
¡Ah!, ese adjetivo “verdadero” : ¡cómo cambia los parámetros
y dificulta el tema! Ese vocablo “verdadero” , lleno de
implicaciones pesadas. ¿Por qué añadírsele a la palabra “adorador”? Hermano,
amigo, debemos darle toda la importancia implícita en la palabra “verdadero”
, pues fue incluida por Cristo mismo en sus afirmaciones.
b)
¿De manera que Dios busca solo a “verdaderos adoradores” ?
Asimismo enseña el Señor.
c)
¿Quiere decir que hay adoradores que no son verdaderos, que son falsos? Tal
inferencia es obligatoria, ¿no le parece? Si hay verdaderos, se implica que los
hay de la categoría opuesta.
(1)
Los samaritanos adoraban a Dios, pero no conforme a las directrices del
Antiguo Testamento, el código de leyes divinas que estaba en vigor cuando
Cristo habló con la mujer samaritana. Por lo tanto, el Señor le dice: “Vosotros
adoráis lo que no sabéis”. Adoraban al Dios verdadero, pero adoraban
mal. Adoraban en vano. No figuraban entre los “verdaderos adoradores” .
(2)
Los escribas y los fariseos del tiempo de Cristo adoraban al
único Dios verdadero, pero no figuraban entre los “verdaderos adoradores” de
Dios. El Señor los reprendió diciendo: “ En vano me honran ,
enseñando como doctrinas, mandamientos de hombres. Así habéis invalidado el
mandamiento de Dios por vuestra tradición” ( Mateo 15:1-9 ).
(3)
Nuestro país está lleno de adoradores del único Dios verdadero, pero ¿cuántos
de ellos son “verdaderos adoradores” ? ¿Cuántos siguen sus propios
criterios o las tradiciones de tiempos pasados? ¿A cuántos diría el Señor: “Vosotros
adoráis lo que no sabéis” ?
d) ¿Qué debemos hacer
para integrar el grupo selecto de los verdaderos a quienes busca Dios que le
adoren? Sencillo, muy sencillo: adorar “en espíritu y en verdad” .
¿Por qué adorar “en espíritu” ? Porque “Dios es Espíritu; y
los que le adoran, en espíritu y en verdad es necesario que adore”.
(1)
“Es necesario” , es decir, no es opcional sino imprescindible
adorar “en espíritu” ; es indispensable, obligatorio, esencial.
Cualquier otro tipo de adoración es inaceptable.
(2) “En espíritu” , o sea, en mi propio
espíritu y no en la carne; como ser espiritual, como alma, y no como ser carnal
o material. Espiritualmente, y no carnal o materialmente. Porque Dios no es
carnal o material sino Espíritu, un ser espiritual. El culto carnal, material o
mundano simplemente no armoniza con su naturaleza de Ser espiritual.
(3)
“En verdad” significa “conforme a la verdad”. ¿La verdad de
quién? La verdad de Dios. ¿Dónde se encuentra la verdad de Dios? “Tu palabra
es verdad” ( Juan 17:17 ). La verdad de Dios se encuentra en la Biblia y no es relativa sino
exacta y absoluta. Por lo tanto, el verdadero adorador adora de acuerdo con las
instrucciones del Espíritu Santo en el Nuevo Testamento, el pacto espiritual
que está en vigor durante toda la Era Cristiana. El verdadero adorador...
(a)
No se inventa su propio culto.
(b)
No sigue doctrinas, tradiciones, opiniones, modas o antojos de teólogos,
pastores, predicadores, evangelistas o concilios.
(c)
No menosprecia ni descarta la doctrina de los apóstoles como si fuera poca
cosa.
(d)
Adora “en verdad”, sabiendo que es “necesario” hacerlo así para
que Dios lo halle “verdadero”, recibiéndolo con beneplácito para vida eterna.
(e)
No dice: “Dios, te amo. Mi alma te alaba. Quiere adorarte y voy a hacerlo
con los dones que tú me has dado. Mira, que tú me has dado el don de
tocar la guitarra (el cuatro, la pandereta, la batería) y el don de
cantar. Así que, de todo corazón, con toda sinceridad, voy a alabarte mediante
mis dones, confiado en que te agraden mis alabanzas”. El verdadero adorador
comprende que solo la verdad de Dios en la Biblia revela el culto que agrada al
Creador y que los dones particulares de cada adorador no determinan el tipo
de adoración aceptable . Hay creyentes que tienen el don de contar chistes;
otros, el de esculpir estatuas; otros, el de pintar cuadros. Y, ¿qué?
¿Utilizará cada cual su don particular en culto a Dios o debemos todos los
creyentes adorar conforme a las estipulaciones del Nuevo Testamento, no
adorando cada uno a su manera sino todos, “ unámies ,
a una voz” , glorificando “al Dios y Padre de nuestro Señor
Jesucristo” ( Romanos 15:6 ).
(4)
¿Adora usted “en espíritu y en verdad” ?
3.
Queridos hermanos, si entendemos, retenemos e implementamos siempre estas
sencillas enseñanzas, siempre seremos para Dios “verdaderos adoradores”, con
todos los privilegios y las bendiciones que atañen a tales personas. De otro
modo, nos hallará falsos adoradores, y seremos blanco de
su indignación y rechazo por no honrarle conforme a sus deseos.
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