“HE AQUÍ QUE YO HAGO COSA NUEVA.”(Isaías 43:19)
¿Te puedes imaginar la sorpresa que se llevó Moisés cuando Dios le habló desde una zarza ardiendo? Al cerrarse de forma inexplicable unas puertas para Pablo, éste también se vio sorprendido por la visión de un varón macedonio que le decía: “.Pasa a Macedonia y ayúdanos”(Hechos 16:9). Pues bien, Dios sigue siendo el Dios de sorpresas que dice: “He aquí, hago algo nuevo, ahora acontece; ¿no lo percibís?…” (Isaías 43:19 Biblia de las Américas). Ah, ése es el problema -nuestra percepción; somos incapaces de reconocer que Dios está obrando. Quizás estés diciendo: ‘He orado, he reclamado las promesas de Dios, he hecho todo lo debido y sin embargo, nada parece dar resultado.’ En ese caso, prueba esta promesa: “.El Señor esperará para tener piedad de vosotros.” (Isaías 30:18). Fíjate en la palabra “esperará”. Dios tiene un plan y un calendario. “Muchos pensamientos hay en el corazón del hombre, pero el consejo del Señor es el que permanece” (Proverbios 19:21). Aunque tus planes se hundan, si tu corazón es recto, Dios hará que todo redunde para tu bien y para su gloria. Para seguir la guía de Dios, hay unos principios que debes saber.
Primero, las ideas mudan pero su guía permanece. Su forma de dirigirnos persiste, así que el tiempo está de tu lado.
Segundo, no se puede seguir su dirección sin su ayuda. Así lo ha propuesto Él, dado que “.separados de mí nada podéis hacer” (Juan 15:5).
Tercero, su dirección suele conllevar un grado de incomodidad. “Como el águila que excita su nidada. el Señor solo lo guió.” (Deuteronomio 32:11-12). El aguilucho se asusta cuando su madre lo empuja fuera del nido. Pero es ahí donde “encuentra sus alas”. ¡Piénsalo bien!
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